Soy un parteaguas en la lucha por la defensa de los derechos humanos, una destacada y reconocida abogada penalista tanto a nivel nacional como internacional, especializada en sistema de justicia acusatorio adversarial, que ha hecho historia en mi lucha incansable por la defensa de los derechos humanos y los derechos de las mujeres, sentando precedentes históricos en la impartición de justicia a mis 35 años. Soy acciones contundentes, resultados, historia y legado, marcados por la integridad y firmeza en la lucha contra las redes de corrupción, y los obstáculos para obtener justicia en México. Por eso conozco en primera persona de los dolores y necesidades que atraviesan las víctimas de un delito o de violaciones a derechos humanos, en procesos llenos de humillación y revictimización.
A 17 años de la reforma constitucional más importante que ha tenido nuestro país en materia de seguridad y justicia, se aprecia un avance importante en la implementación de este sistema en las instituciones de seguridad pública, procuración e impartición de justicia. Sin embargo, estos adelantos aun no son uniformes en las distintas entidades federativas del país y también persisten muchas prácticas y procesos del antiguo modelo inquisitivo. Por esta razón, es preponderante convocar a especialistas en la materia para que ocupen los cargos del Poder Judicial de la Federación en el nuevo Sistema de Justicia Penal, y podamos con una nueva visión, continuar con las buenas prácticas que se han desarrollado en estos años, pero que también nos hagamos cargo de las áreas de oportunidad que presenta la impartición de justicia penal de cara al momento de consolidación del sistema en que nos encontramos en México, así como hacer frente a los principales desafíos que enfrentan autoridades, víctimas y demás sujetos que intervienen en el proceso penal.
En esa tesitura, mi trayectoria profesional, académica, personal, como víctima y sobreviviente de violaciones a derechos humanos, se conjugaron de manera perfecta, para permitirme conocer desde todos los ángulos cuales son las cualidades y capacidades que tenemos que tener aquellos quienes pretendemos servir a la ciudadanía impartiendo justicia de forma imparcial y apegada a derecho, con irrestricto respeto a los derechos humanos, con la firme convicción de que puedo construir una mejor sociedad, un México más justo, con el compromiso de servir como instrumento en la construcción de una sociedad que respete los derechos de todos sus ciudadanos por igual.
El hecho de haber realizado mi maestría en derecho penal en Chile, que es un país pionero y exitoso en la implementación de este sistema de justicia, me brindo la oportunidad de realizar diferentes pasantías en los Tribunales de Justicia Oral en lo Penal en Santiago, y en la Defensoría Penal Pública de Chile, lo que sin duda me brindo una visión y conocimiento de la implementación y funcionamiento del sistema acusatorio adversarial a nivel internacional, y conocer cuáles son las mejores prácticas que les permitieron implementar exitosamente el sistema. Lo anterior, se complementó con mi trabajo como asesora externa en el acompañamiento para la aceleración en la implementación del sistema de justicia penal en México con la SETEC.
En ese sentido, al ocupar el cargo público de Jueza de distrito del 9° circuito especializado en el Sistema Acusatorio analizar qué se ha hecho, los objetivos alcanzados en relación con el Sistema Penal Acusatorio Penal Federal, tendría la posibilidad de implementar mejores prácticas en el funcionamiento del sistema por parte de la judicatura, e identificar cuáles son las siguientes acciones por ejecutar para lograr una impartición de justicia equitativa que respete los derechos humanos de todos los actores involucrados.
En esa línea, al impartir justicia de una manera pronta, eficaz y transparente, se puede combatir la idea arraigada en la opinión pública de que persiste un sistema orientado a proteger a las personas que cometen delitos más que a las víctimas. Este es un legítimo reclamo social, extendido tanto a escala local como nacional. Una área de oportunidad trascendental para que el trabajo de las instituciones encargadas del sistema de impartición de justicia sea más accesible a los justiciables, es tener una mayor cercanía con la ciudadanía, socializando el catálogo de los derechos que le asisten a las partes en el proceso penal, lo que implica que como juzgadora se le escuche al justiciable, con el objetivo de que no se instale en la ciudadanía la idea de un sistema de justicia basado en “una puerta giratoria”, esto es, un modelo que exonera de manera fácil al imputado, el cual reincide tan pronto se encuentra en libertad, y al mismo tiempo limitar el uso excesivo de la figura de la prisión preventiva, reservándola para aquellos delitos que se encuentran en el catálogo que ameritan la imposición de esta medida cautelar.
El Nuevo Sistema de Justicia Penal, inició su proceso de implementación acorde a la reforma constitucional del 2008, y ahora debe dar muestras de su efectividad y consolidación, misión que únicamente puede lograrse con el personal idóneo, especializado y con un conocimiento de todos los ángulos de sistema penal, como es el caso de la suscrita, cuya elección en el cargo público, sin duda contribuiría notablemente a darle a la impartición de justicia una cara más humana.